28 de febrero de 2011

no poder querer más vivir sin saber qué vive en lugar mío ni escribir si para herirme la vida toma formas tan extrañas

"Sin cierto coraje no puede escribirse siquiera una observación razonable de sí mismo.
Padezco una especie de obstrucción espiritual. ¿O se trata sólo de una sugestión semejante a la que se siente cuando parece uno que quiere vomitar aunque de hecho ya no quede nada dentro?
Muy a menudo, o casi siempre, estoy lleno de miedo.
A menudo pienso que hay algo en mí como un grumo que si se derritiera me permitiría llorar o bien encontraría entonces las palabras oportunas (o quizá incluso una melodía). Pero ese algo (¿se trata del corazón?) lo siento como si fuera cuero y no puede derretirse. ¿O es que soy demasiado cobarde para dejar que la temperatura suba lo suficiente?
Hay personas que son demasiado débiles para romperse. A esas pertenezco yo también.
Lo único que quizá se rompa en mí un día, y eso temo a veces, es mi razón."


Movimientos del pensar, de Ludwig Wittgenstein, diario de 1930

1 comentario:

Gabriela dijo...

Genial!

Me quedo pensando en ese grupo, que teme ascender el calor...cobarde tb...
Gracias, bueno eso que me queda resonando...