21 de marzo de 2007

una unidad posible



amarte, pensarte
mirarte.
caminarte los ojos
ver como mis piés
se hunden en vos
y ver cómo
de a poco
vas atrapándome
y voy sintiéndome presa
abrazada por tus ojos
estaqueada en tu mirada
enamorada
llovida
mojada de tu amor
embriagada de tu ser
de tu voz
tus labios
caricias dulces
dolor
de amarte tanto
y quererte cerca
cada vez
más
cerca
hasta ser uno
y ya no amarte
ni pensarte
ni poder mirarte
sólo uno.
unidad amante
que estalle en el aire

todo lo que soy

todo lo que soy
te lo entrego.
te entrego mis lágrimas más oscuras
mis palabras más duras
mis dibujos más crueles
las melodías que más me han hecho llorar
te entrego mis besos más tristes
mis abrazos desgarrados
mis manos que no tocan
mi cuerpo cansado
mis ojos ciegos
y todo lo que soy
eso,
eso que es tan poco
que se desvanece
en lo que dura esta oración.

s (er-iendo)

tal vez nunca comprendan
que somos aquello
que no podemos
ver, tocar, oler
sentir,
aquello que nunca seremos-siendo

efímero

Si tuviera que decir la verdad,
por primera vez, enfrentarme a la cruda realidad,
diría que todo es mentira.
Nada de esto (ni de aquello) es cierto.
No es cierto este bolígrafo,
ni lo es este papel.
No es cierta la melodía,
ni el cepillo, ni la lluvia, ni su canto celestial.
No es cierto que me amas,
ni tampoco lo es mi amor.
No es cierta la muerte,
ni la vida.
No es cierta la envidia,
porque tampoco es cierta la virtud.
No son ciertos mis ojos,
ni lo es su marrón.
Tus palabras no son ciertas
ni tu voz, ni su color.
No es cierto mi llanto,
ni mi dolor.
La emoción de estar vivo,
la traición,
tu sonrisa,
nada de eso es cierto.
No es cierta la felicidad
y tampoco esa canción.
Y no es cierto este poema
efímero,
soberbio,
que empieza,
me miente,
termina,
y se esfuma en el aire

mirada

mirarte,
zambullirme en un océano violeta,
sentir lo húmedo de tu color
de tu suave color
ver mis ojos en los tuyos,
el calor de tus manos
nadar sin fin en tu mar
hasta abrir los ojos
y verte al fin...
sonriendo.