Parecen tardes vagas, sin destino,
errantes por el tiempo: y nos esperan.
Al borde de los labios, de la vida,
se estremecen palabras, nombres, síes
buscándose su ser, y no lo encuentran;
retornan al silencio, fracasadas.
No querían hablar, lo que querían
es hablarte, y no estás.
Pero ellas, todo
esto que nada es, esto que vive
en tierna primavera distraida
espera su cumplirse cuando llegues.
Todo es labios, los míos o los tuyos,
hoy separados. Lo llamamos hojas,
brisa, tarde de abril, papel palabras,
y esta gran soledad
de bocas solas con sus almas solas,
besos será, se encontrarán en el beso,
dado por esos labios ardorosos
que se llaman la ausencia, cuando acaba.
Es de Pedro Salinas y está en el libro Razón de Amor,
lo escribió en el año 1936, en Madrid, o por ahí.
A mí, Julieta,
en Buenos Aires, Escalada o La Esmeralda,
por el año 2010, o 2011,
me encanta
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