8 de noviembre de 2010

una vida más vida nos reclama

Todo nos amenaza:
el tiempo, que en vivientes fragmentos divide
al que fui
del que seré,
como el machete a la culebra;
la conciencia, la transparencia traspasada,
la mirada ciega de mirarse mirar;
las palabras, guantes grises, polvo mental sobre la yerba,
el agua, la piel;
nuestros nombres, que entre tú y yo se levantan,
murallas de vacío que ninguna trompeta derrumba.

Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas,
ni el delirio y su espuma profética,
ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan.
Más allá de nosotros,
en las fronteras del ser y el estar,
una vida más vida nos reclama.

Afuera la noche respira, se extiende,
llena de grandes hojas calientes,
de espejos que combaten:
frutos, garras, ojos, follajes,
espaldas que relucen,
cuerpos que se abren paso entre otros cuerpos.

Tiéndete aquí a la orilla de tanta espuma,
de tanta vida que se ignora y se entrega:
tú también perteneces a la noche.
Extiéndete, blancura que respira,
late, oh estrella repartida,
copa,
pan que inclinas la balanza del lado de la aurora,
pausa de sangre entre este tiempo y otro sin medida

Más allá del amor, de Octavio Paz, 1948



leo, leo, leo,
leo el primer verso de la sigueinte hoja
pero no puedo
y vuelvo
y leo

3 comentarios:

Gabriela dijo...

Gracias no la conocía, y ciertamente obliga a releer...

Iván Barbagallo dijo...

Me gusta mi amor!
Después leo de nuevo, que ahora con ruido de fondo no me concentré mucho.
Amote
Iván Arturo

Lucy dijo...

por lo que volvias a cada verso, volvi al poema

quierolajulia